Con el femenino bien alto… bien arriba, así me siento. Loca de amor por lo femenino, por las mujeres que me encuentro (sin desmerecer a los hombres, a los que adoro!!!) pero vivo un momento de pura feminidad. De pronto, mirarme al espejo y descubrirme, darme permiso para seducirme a mi misma, observarme, se ha convertido en un verdadero placer.
En la Escuela española de Desarrollo Transpersonal se ha iniciado un nuevo proyecto, la formación de facilitadoras de Círculos de Mujeres, y ahí danzo, entre otras cosas. Acompañando en el día a día, en esas peculiaridades que tenemos las mujeres, en esa forma de ser tan especial, tan explosiva a veces, tan divertida otras tantas.
Escucho con apertura y con ojos bien abiertos, las veo compartir, mover las manos, colocarse el pelo, hablar de sus hijos, de sus pasiones y me quedo embobada con las risas espontáneas que lo mismo se tornan en lágrimas rápidamente. Adoro la feminidad y la autenticidad femenina, la dulzura, la comprensión y las armas pacificas y amorosas, el diálogo y la facilidad para conectar con la infancia, con los recuerdos.
Hoy me siento así, disfrutando de el bello momento que transito, de rosa y con hoyitos y siempre, siempre oliendo bien y esbozando una amplia sonrisa.
Feliz jueves de invierno
Almu Fuentes
