sábado, 21 de marzo de 2020

Feliz cumpleaños mi amor!!



20 años y afrontando los avatares de la vida con la grandeza de alma que tu tienes.
4 años tenías cuando te regalé a la mejor compañera de vida, no podía haber una niña más feliz en torno a una cachorra de tres meses. Dejaste a un lado a tus amigas ese 16 de marzo, ya no te importaban ni los regalos ni la tarta... te pegaste a Kira como una lapa a su roca y el 27 de Enero se nos fue. Te has comportado como una auténtica valiente dejándola ir con inmenso amor y generosidad, pero hoy no quiero hablar de ella, nuestra estrella ahora ya en el azul, hoy quiero hablarte de ti.
Hoy quiero contarte que aquel 16 de marzo de 1999, hacía un día precioso, radiante y calentito, tanto que la ropa que me llevé al hospital se me hacía demasiado calurosa. Que lo primero que supe de tí fueron las exclamaciones de mi ginecólogo y mi matrona, mientras papá me agarraba la mano y me susurraba lo valiente que estaba siendo y lo mucho que me admiraba. La expresión de aquellos seres que me rodeaban, todos vestidos de ese verde que muchas veces, muchas, trae inmensa felicidad, fueron ¡qué niña tan femenina! yo ni tan siquiera te había visto, aún no te habían puesto en mi pecho y ya se resaltaba tu dulzura y bondad. Te presentí y en el momento en el que te acercaron envuelta en el mismo color, observé tus manos y tu serenidad y supe que eras mi premio, mi regalo, mi niña, la que equilibraba el colorido en casa. Todo se llenó de rosa y de rosas que inundaron mi habitación y los pasillos de aquel hospital que fue el escenario de tu primer llanto que anunciaba una vida entera por delante. Me recuperé enseguida contigo en brazos, sin hacer mucho ruido, como si supieras que necesitaba algo de descanso, nuestras primeras conversaciones transcurrieron en el jardín del hospital bajo la mirada curiosa de mis vecinos de habitación que no podían dejar de enternecerse con tu suavidad y serenidad.
Abriste los ojos por primera vez para mirar a ese hermano que te vino a visitar y reclamaba el regazo de su madre, fuiste generosa y permitiste que le cogiera y le abrazara y tu hermano en total comunicación contigo, intentó regalarte el enorme chupete que tenía, mientras papá y yo nos reíamos.

Admiro tu carácter, tu personalidad, entiendo tus miedos, tus momentos, adoro tus abrazos y tu olor, eres la mejor hermana del mundo y la mejor hija. Te quiero mi Almu, mi tocaya, mi vida. Muchísimas felicidades amor.

Mamá