Psicóloga, especialista en Bioneuroemoción (2014) Terapeuta Transpersonal Profesora de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal. Facilitadora de Círculos de Mujeres.
martes, 11 de octubre de 2016
El otoño tardío
Ha llegado el otoño disfrazado de final de primavera. Aún en chanclas y con el moreno agarrado con alfileres, vuelvo a las mañanas de café y contemplación y me asombra el Vivir. Con la música de fondo acompañando mi respiración, como una batuta armoniosa que dirige con suavidad cada movimiento de mi pecho, me subo al mundo a jugar y me pregunto:
¿Qué quieres hacer hoy?...
¿De qué color quieres pintar las paredes que te rodean?
¿Qué aroma eliges para acompañarte aquí y ahora?
¿Como son las personas que están a tu alrededor?
¿Qué frecuencia se respira en el espacio que ocupas?
El otoño tardío, aún descolorido y seco me habla de soltar, soltar incluso mis propias preguntas, mis dudas, mis fantasmas. Soltar las viejas hojas que resistieron el verano y tantas estaciones, que tal vez no dejan espacio para que crezcan las nuevas, esa hoja que se te pegó a la espalda convirtiéndote en una Inocente fuera de temporada...
El otoño me habla de soltar, de amar con mirada nueva, de hacer espacio a los brotes verdes que anhelan su lugar. El otoño me habla de luz cálida a la espera de gotas de agua que arrastren las penas, los miedos. Me habla de botas de lluvia y charcos de la infancia, de calcetines y chaquetas de punto de color tierra, de olor a talco y a madera, de cosquillas y leche caliente... y agarro la hoja de mi espalda y me la pongo en la frente sintiéndome serenamente inocente.
Y mientras todo esta magia acontece... continúo sonriendo y sintiéndome en paz.
Almu Fuentes
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