Sé que lo que tenga que ser llegará. A su tiempo, en su momento, sin que haya que hacer nada. De una manera fácil, sencilla, serena, conectada, sin conflicto, sin baches, suave, amorosa, tranquila.
Sé que a veces nos desafinamos, perdemos el compás y creemos que hemos olvidado la melodía, pero cuando estás en el camino del despertar, cuando ya no te vale lo que has creído hasta ahora, cuando tus valores han sido desafiados, un buen día esa melodía regresa y te sientes en consonancia con el universo, con tu misión.
Esta mañana, a pesar de que llevaba unos días desafinada, he vuelto a escuchar mi melodía, esa con la que bailo en la ducha, esa que me suena mientras desayuno, esa que me acompaña en el coche, esa que me da paz. No todos somos violines, a veces nos empeñamos en coger partituras que no son las nuestras, tomamos en las manos un instrumento que no conocemos, tal vez porque sentimos que es más importante que el otro y nos da miedo que no se escuchen las notas que nosotros tocamos. Pero sin nuestro instrumento personal, la melodía no sería la misma.
Feliz final de febrero, bienvenido mes de marzo!!
Todo mi amor
Almu Fuentes
