lunes, 25 de abril de 2016

Mi puñado de judías



Mañana de lunes y hace siglos que no escribo… dedicada por entero a mi puñado de judías, se me pasan los días. Tomo una judía y le corto amorosamente los bordes, la parto en 4 trozos y me veo como madre de cada uno de mis hijos. Atrás van quedando las dudas de si lo estaré haciendo bien o no tan bien, porque mis hijos me eligieron y mientras sonrío… se que ellos saben la razón por la que lo hicieron. Entonces tomo judía tras judía, observo esas pequeñas e importantes misiones que me veo transitando cada día, los viajes, el compartir con los demás, mis miedos, dudas, alegrías…

Con las judías me pasa como a mi hija Blanca con la pasta de la cena, mama no baja el plato!! y es cierto porque a veces miro mi regazo y sigo viendo sobre el delantal blanco tantas aún por pelar que hay días en los que estoy cansada, las meto en una bolsa y me voy a dormir. También hay otros días en los que olvido meterlas en la bolsa y mientras duermo me encuentro entre las manos judías y judías y las aparto y sigo durmiendo.

He comprendido que no se acabarán, que hasta el final de todo este sueño, las judías estarán a mi alrededor esperando a ser preparadas, limpiadas, troceadas. Aceptarlo es parte del vivir.

Mi madre me ha regalado un pelador de judías, ahora río a carcajadas. Tal vez querida madre con ese regalo pueda ir acelerando el proceso, tal vez no se me acumulen tanto, tal vez no me hagan llorar a veces, tal vez no me angustien en determinados momentos. En todo caso gracias por lo simbólico del regalo.

Que día tan bonito hace en madrid, huele ya a calor y a verano… feliz semana

Todo mi amor