Nuestro espacio, hogar, casa, cocina, pasillos, habitaciones, salón… se han llenado de música. Mi princesa ha abierto el melón de la creatividad y canta hasta altas horas de la madrugada. Viaja con sus instrumentos y se expresa a través de la música trayendo de vuelta muchos recuerdos de mi infancia y juventud.
Momentos de playa y canciones mezclados con chupitos y flores, miradas fugaces y el corazón abierto de par en par. Su dulce voz expresa sus alegrías y miedos al igual que hacía yo a su edad. Sus manos de dedos largos paternales acarician las cuerdas y todos nos paramos a escucharla. Flautista de hamelin de pelo largo y suave voz que nos embelesa y nos transporta.
Y en ese sonar, asoma el verano que este año será especial lleno de notas y sensibilidad juvenil. Este verano un puñado de instrumentos de cuerda se harán hueco en el coche entre la ropa y los sueños y mientras ese día llega… mi niña de pelo dorado sigue tocando.
Feliz semana, cada vez mas cerca de los volantes y los lunares, de la sal y de las olas.
Almu Fuentes