Psicóloga, especialista en Bioneuroemoción (2014) Terapeuta Transpersonal Profesora de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal. Facilitadora de Círculos de Mujeres.
jueves, 23 de marzo de 2017
53 años!!
Hace dos días cumplí 53 años y los he vivido rodeada de aquellos a los que amo y que me aman, qué más puedo pedir?
A este año que se me ha quedado dentro ya de mi nuevo cuerpo, le agradezco todo lo vivido y lo aprendido. He experimentado sensaciones que creía en parte olvidadas, me he dado cuenta de estados de mi evolución que se habían quedado rezagados, miedos, vergüenzas, temores o como dice Emilio Carrillo, características de ese "piloto automático" que es el Ego.
Me hace mucha ilusión cumplir años, me emociona verme y sentirme cada vez con mayor experiencia y vivencias, no temo envejecer. Intuyo que este año que ha comenzado, va a ser bonito y sobre todo sereno porque de pronto, se ha expandido mi consciencia. Así como en un salto cuántico, como quién abre los ojos en un lugar oscuro y de pronto, se enciende una luz un instante y aunque se vuelva a apagar ya nada vuelve a ser lo mismo.
Sueño con una vida compartida, rodeada de mis hijos, cada uno viviendo su vida, sentada en una mesa cuadrada, desayunando rodeada de flores y música de fondo. Cierro los ojos y visualizo esa sensación dulce de saber que estás con el Alma idónea, con la que las conversaciones no se acaban, con la que cuando se despierta el Cuerpo del Dolor, se reconoce y se trasciende, con la que sientes una inmensa complicidad y conexión, de la que te despides con un tierno abrazo, con La Paz de saber que podrás escuchar su voz cada vez que lo desees y abrazarla en una cama enorme con sabanas blancas y muchas almohadas.
Ese sueño ha vuelto a mi con una fuerza serena, sabiendo que el tiempo no existe y que el Espíritu Santo me acompaña en cada momento y me anima a crear, a crear esas imágenes que me dan paz, que me expanden el Alma, que me recorren con un escalofrío de placer. Esa sabiduría interior que te dice que lo que duele no es amor, que sueltes los apegos, los enganches, que lo que no fluye fácil no es tu camino.
Voy a mi estrella, voy a ese sueño, mi sueño, mientras este año me despojo de algo de ira innecesaria, de recuerdos dolorosos, de empeños absurdos, de colonizaciones mentales (jajaja esto me lo ha dicho mi terapeuta) y de todo aquello que no quiero llevar allí. Voy a expandir mi feminidad, mis olores, mis velas, mis inciensos, mis cuidados amorosos, mi forma de ser única. El Espíritu Santo ya está conspirando, lo sé, ahora yo solo tengo que fluir en mi autenticidad, en mi Ser.
Desde una gran serenidad, todo mi amor
Almu Fuentes