jueves, 7 de febrero de 2013

Darse permiso para llorar y drenar el alma


La risa y el llanto son formas de expresar nuestras emociones, curiosamente son necesidades no siempre bien recibidas ni por nosotros mismos ni por nuestro entorno.

No somos robots, aunque a veces lo intentemos, somos pura emoción, risa y llanto, eterna dualidad, si te apetece llorar, ¡llora! Llora sin vergüenza, sin sentir que eres débil, que no puedes, llora para liberar toxinas, estrés, para descargar tensión, para soltar adrenalina, llora por favor, cuando te apetezca, cuando te salga, no lo bloquees, date permiso.

Llorar nos permite vaciar el alma y obtener paz, nos abre espacio emocional, nos enseña a aceptar nuestra vulnerabilidad, nos relaja, descansa el alma.

Contener el llanto y hacerse el fuerte es no dar salida a las sensaciones o a las emociones. Permite a los demás llorar, no te asustes, incluye el llanto dentro de las cosas permitidas para ti y para los tuyos.

Llorar de cansancio, de miedo, de risa, de emoción, llorar sin saber por qué, llorar cada vez que nos dé la gana y dejar llorar a aquellos que nos rodean es una inmensa muestra de amor que también aporta felicidad.

almufuentes@gmail.com