Vivimos admirando, admirar significa "mirar para arriba", nada tiene que ver con la envidia, con los celos, con la rabia... por el contrario, admirar supone mirar una parte de nosotros aún no descubierta que se refleja en los demás.
Yo admiro lo sencillo, esa explicación simple que viene de dentro, que me despierta, que me llega, que comprendo... admiro las pequeñas cosas que no son difíciles, pero que a veces son tan sencillas que creemos que ahí no puede estar la respuesta.
Admiro a quien utiliza palabras que soy capaz de entender, gestos que soy capaz de seguir, sonrisas que capto como sinceras. Admiro a quien me habla con pasión porque detrás hay fuerza, hay colores, hay vida.
Admiro a quien es humilde, a quien es vulnerable, al que expresa con apertura, al que no teme lo que dice si le sale del corazón. Admiro al que se emociona sin ocultarlo.
Y la maravillosa noticia, es que todo aquello que yo admiro, lo tengo, es mio por derecho, está en algún rincón escondido y en el momento más sencillo, más simple, lo veré y podré cogerlo, reconocerlo y saber que es mio. No hay que esforzarse, no es necesario, es mucho más fácil... estar atento y de pronto, ¡ahí está!
Lo que yo admiro en el otro, ya lo tengo... no tengo que buscarlo fuera, la pista es "búscalo dentro", yo voy a hacerlo ¿y tú?
Feliz mañana
almufuentes@gmail.com