lunes, 17 de diciembre de 2012

Al señor del abrazo: ¡Gracias!

El sábado fué un día muy especial, un año más tuve la oportunidad de asistir al V encuentro de Desarrollo Humano en el precioso teatro del Ateneo en madrid. A las 9 de la mañana, madrugón que mereció la pena para escuchar un concierto de cuencos tibetanos... después un ponente tras otro hablando de la felicidad, qué placer escuchar a Enrique Rojas, afamado psiquiatra con el que yo tenía ciertos prejuicios.

He comprado su libro "No te rindas", solo el título ya merece la pena, me he sentido como una niña mientras me lo firmaba, pero me ha encantado su dedicatoria "haz de tu oficio una pasión que te acompañe toda la vida". Gracias profesor.

Como os podéis imaginar, no todos los ponentes han despertado nuestro interés, el teatro estaba lleno y he tenido la suerte de estar en el pasillo y poder estirar las piernas. Justo a mi lado, , un señor dormía, aplaudía, reía al son de todos los asistentes. Le he mirado en un par de ocasiones... estaba solo y mi imaginación y curiosidad me han hecho pensar en su historia. ¿Qué le habría traído hasta ése encuentro? ¿por qué motivo no estaba acompañado?... Creencia mía de que tenemos que ir a los sitios acompañados, FATAL! (como le digo a mis hijos).

Por la tarde, una ponencia estupenda sobre la risa, el señor volvía a estar cerca mío, el azar es una ley aún no descubierta, el caso es que en un momento de baile colectivo ha llegado el momento de abrazarnos a las personas de nuestro lado. Era fácil abrazar a mis amigas pero... le he visto ahí solo e inmediatamente ha venido a mi cabeza mi entrada de ABRAZAR ES ADICTIVO, ¿de qué me vale escribir si no aplico lo que escribo? entonces, el miedo a hacer el ridículo, a ser rechazada, a invadir, el ego que me decía: Almu no arriesgues y de pronto... me he dirigido hacia él y le he abrazado, él me ha devuelto un abrazo firme, seguro, cariñoso... Imposible describir lo que he sentido.

Un tanto abrumada por mi gesto impulsivo y con mi ego hablándome y diciéndome "Almu, no se abraza a los desconocidos", he continuado escuchando el resto de las ponencias. Cuando estaba a punto de finalizar el maravilloso evento, el señor se ha dispuesto a marcharse, pero antes, se me ha acercado, sin ningún pudor, muy sereno, delante de mis amigas, me ha dicho GRACIAS POR TU ABRAZO...

Ahora siento nostalgia, nostalgia de no saber algo más de él, de darle yo también las gracias por permitirme abrazarle, por no rechazarme, por no considerarme una estúpida... allá donde estés, señor desconocido, GRACIAS, gracias por la lección tan increible que hoy me has dado, ójala la vida nos vuelva a poner en el camino para saber algo más de tí.

Abrazar es difícil a veces, pero cuando lo hacemos, el placer es inmenso y la nuez que te comes es de lo más dulce que puede existir. De ahora en adelante, voy a abrazar a más seres humanos, no voy a perder el tiempo, voy a llenarme de placer, de amor, de felicidad, qué sencillo y qué barato. Pongo mi intención en no solo escribir, sino en poner en práctica lo que escribo.

almufuentes@gmail.com