Siempre estamos en camino, lo queramos o no. No pensemos que porque no nos paramos a preparar la ruta, el viaje está detenido. Sin embargo, es bueno y nunca es tarde para preguntarnos ¿a dónde nos dirigimos? ¿Cuál es mi proyecto de vida? ¿cuáles son mis intenciones?
Solamente parando se obtiene consciencia, se escucha al interior, al ser esencial que tenemos dentro. Dar tiempo para SENTIR sin miedo, sin juzgarte, sin evaluaciones, sin notas, simplemente SENTIR.
YO SIENTO es lo más importante que tengo. Vamos a pararnos a observar y desde ahí, con toda seguridad nos van a llegar las respuestas. Encontraremos faros que nos indiquen que estamos en nuestra ruta, en nuestro viaje.
¡Feliz viaje navegante, que la magia te acompañe!
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